La gestión financiera para cobrar las facturas de clientes puede desarrollarse mediante cinco diferentes métodos, que son los más utilizados hoy en día por las empresas. Factoring, confirming, pagaré, recibos domiciliados y transferencia. Conoce cada uno de ellos e infórmate sobre cómo aplicarlos.
Las tareas administrativas relacionadas con el proceso de facturación deben cumplir una serie de requisitos que puedan garantizar el correcto cobro. Si no queremos tener malas experiencias, como el retraso en los pagos o que el cliente declare falta de liquidez para efectuarlo (convirtiéndose la morosidad en un problema real), lo primero es optar por los mejores métodos con los que podemos proceder. Esto es debido a que, aunque previamente se hayan establecido las condiciones aceptadas por el cliente, el modo y la fecha en que se producirá el pago son en muchas ocasiones una incógnita que muchas pymes y autónomos temen.
Una vez que el proyecto, producto o servicio se ha consumado, estamos en todo el derecho de exigir el cobro de las facturas a la menor brevedad posible para evitar anomalías que operen en nuestra contra.
¿Qué opciones tenemos para cobrar las facturas y mejorar nuestra liquidez?
Conoce cómo funcionan los siguientes métodos financieros.
El factoring o factoraje es un mecanismo de financiación a corto plazo que supone la cesión por parte de la empresa de las facturas que tiene contra un cliente a una entidad financiera, la cual es denominada dentro del sector como factor.
Aunque existen diversas modalidades de este método, en líneas generales, el factoring consiste en que, mediante la venta de las facturas impagadas a una entidad financiera especializada (factor), esta abona de inmediato al proveedor una cantidad acordada, que tendrá que ser menor al total de la factura. Es decir, la entidad financiera obtiene una comisión a cambio de gestionar el cobro y que la empresa pueda obtener una financiación de forma sencilla y rápida.
De esta forma, dicha empresa podrá hacer frente a una mejor planificación de su tesorería. Una vez que la entidad gestione el cobro con el deudor, esta podrá recibir el importe completo.
No obstante, el mayor inconveniente reside en que si el deudor se declara insolvente, la empresa deberá responder por él, no la entidad financiera.
Además, para beneficiarse del factoring, no todos los autónomos y pymes pueden acogerse a él, puesto que es necesario realizar diversos trámites. Para ello, es muy importante informarse de la posibilidad de acogerse a este método de cobro de facturas en concreto, teniendo en cuenta las peculiaridades de cada empresa.
Esta forma de cobrar las facturas a tus clientes también es conocida como pago confirmado de proveedores o factoring de proveedores y, como en el anterior caso, permite adelantar el cobro de facturas.
Consiste en un tipo de contrato por el que se cede la gestión del pago a proveedores a una entidad bancaria. Es similar al factoring y al pagaré, pero no es ni uno ni otro, pues, en esta ocasión es el cliente el que se ofrece pagar mediante confirming de una determina entidad.
Es decir, este es el funcionamiento:
Primero, la empresa (deudora) contacta con una financiera para que gestione los pagos pendientes mediante confirming y así ofrezca los anticipos a los proveedores de dicha empresa. Después, la entidad financiera negocia con los proveedores para adelantar los cobros.
Para las empresas no existen costes de apertura ni de gestión de remesas, obteniendo el cobro de las facturas inmediato.
Otra de las formas para efectuar el cobre de las facturas es el conocido pagaré, comúnmente aceptado en cualquier transacción comercial. Este es un título en el cual una persona denominada firmante se obliga a pagar a otra, llamada tenedor, acordando una cantidad económica, fecha y lugar determinados. De este modo, de manera explícita se recoge una promesa incondicional de pago con carácter ejecutivo.
Los recibos domiciliados son un método de pago de facturas que tiene como finalidad efectuar un cargo en la cuenta bancaria del cliente. Debido a que la operación de cobro la dispone el propio beneficiario, es necesario el consentimiento explícito del cliente mediante un mandato SEPA. Este mecanismo de transferencias recientemente incorporado es uno de los medios de pago más utilizados por los proveedores por importe de las operaciones.
Por último, destacar que también contamos con el método preferido por los clientes para el pago de las operaciones comerciales a sus proveedores, el cual también cuenta con el respaldo SEPA para la emisión. Una forma más transparente y homogénea respecto a toda la zona euro para contar con este método de cobro de facturas.
No obstante, en este caso el inconveniente reside en que depende de la empresa pagadora, quien podría demorar el pago o dejar de pagar definitivamente.
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