La externalización de procesos o también conocido como Business Process Outsourcing, es lo que hace referencia a la subcontratación de funciones de procesos de negocios mediante proveedores de servicios internos o externos a una empresa. Subcontratación que suele tener como finalidad la reducción de costes y de recursos por parte de la empresa contratante, y mejorar, de esta manera, su eficacia.
Concretamente consiste en la eficiencia de las operaciones con los mínimos recursos que se logra por ejemplo con la reducción de costes fijos (de personal, espacio, equipos, etc.). Externalizando estos aspectos apoyarán sobre las empresas de externalización esas inversiones en recursos, consiguiendo así un porcentaje mayor de costes variables sobre el coste actual del producto.
Tras esta primera ventaja bastante importante se encuentran otras ventajas no tan fuertes, pero igualmente importantes en cuanto al impacto que tienen sobre las empresas. Entra estas ventajas aparece la posibilidad de contratar empresas muy especializadas por lo que se contará con el asesoramiento de los mejores expertos en cada materia, esto te ayuda a ahorrar en tiempo y en formación sobre tareas que las pueden asumir una empresa externa especializada. Además, se puede controlar si se cumplen los estándares de calidad y solicitar informes periódicos sobre la gestión.
Otra ventaja importante es que las empresas de externalización de procesos ayudan a las organizaciones a gestionar y a acelerar los procesos de cambio. Y es que la velocidad en la que las empresas son capaces de cambiar es un aspecto realmente importante, puesto que, durante toda la historia de los negocios se conocen grandes empresas exitosas que desaparecieron al no saber adaptarse a los cambios. La diferencia entre el resto de la historia y la actual es la velocidad con la que se producen los cambios.
Las personas somos los frenos y la resistencia más importantes del cambio, por lo que, si buscamos herramientas que faciliten y agilicen el cambio, nos debemos centrar principalmente en las personas. Es aquí, en la eliminación de la resistencia al cambio por parte de las organizaciones, donde las empresas de externalización de procesos pueden colaborar mayoritariamente.
Para ello, primero que nada, se incorpora un agente de cambio en la compañía principal. Por otro lado, se debe mezclar personal viejo con personas nuevas, personas que no sufren los tabús corporativos de la empresa principal, ni los anclajes existentes, ni los modos de pensar. Esta confrontación bien gestionada es muy enriquecedora.
Por último, es muy habitual que en las empresas de externalización el trabajo esté apoyado en herramientas sistemáticas de gestión y mejora continua, orientadas principalmente a gestionar el cambio de una forma orientada y medida. Por lo que, la unión de agentes dinamizadores de organizaciones con herramientas de gestión y análisis sistemático de las operaciones, hacen de las empresas y de la externalización de procesos, una herramienta que se debe tener muy en cuenta para los procesos de cambio que tengamos previsto realizar en nuestra empresa.
Debemos cambiar para mejorar y mejorar para conseguir el éxito. Por tanto, se debe tener disposición de cambiar y para ello hay que contar con los mejores proveedores y las mejores herramientas.
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