El IVA o Impuesto sobre el Valor Añadido es la tasa indirecta que grava el consumo de los contribuyentes, con independencia de su renta. Se aplica a todos los productos y servicios que se comercializan en nuestro país, aunque el porcentaje que se exige es diferente según el bien de consumo que se adquiere. Existen tres tipos: el general, situado en el 21%; el reducido, del 10%; y el superreducido, que deja el impuesto en un 4%. En términos generales, cuanto más básica es la necesidad de un producto, menor es el impuesto que se le aplica.
El IVA se instauró en España el 1 de enero de 1986, tras la adhesión del país a la entonces CEE (Comunidad Económica Europea). Inicialmente, se impuso una tasa general del 12%, un tipo reducido del 6% y un gravamen incrementado del 33% para vehículos de lujo. Sin embargo, desde entonces, el porcentaje que se aplica a este tributo ha experimentado diversas modificaciones.
La última subida del IVA entró en vigor en septiembre de 2012, cuando del 18% de tasa general se pasó al 21% actual. La reforma fiscal que se aprobó en 2015 introdujo algunos cambios sobre la tributación de determinados artículos. En concreto, ha afectado a los tipos impositivos que se le aplica al sector de flores y plantas ornamentales, cuyo IVA pasa del 21% al 10%; y a determinados productos sanitarios, que pasan de tributar del 10% al 21%.
Sin embargo, esta no parece ser la última reforma del impuesto que grava el consumo que se producirá en España. Son muchas los comentarios, rumores o afirmaciones que se están realizando en relación a posibles próximas modificaciones.
En cualquier caso, ninguna modificación en el Impuesto sobre el Valor Añadido podrá realizarse hasta que no se cuente con la formación de un gobierno definitivo.
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