El mercado nacional se queda pequeño para muchas medianas e incluso pequeñas empresas, que no cubren sus perspectivas de negocio con su cartera de clientes españoles. Además, la crisis de nuestro país, que ha afectado directamente a la capacidad de consumo, ha empujado todavía a más compañías a buscar una salida al estancamiento en España fuera de las fronteras. Según datos que maneja la CEOE, el número de empresas en el exterior creció en más de un 128% entre los años 2000 y 2013.
Sin embargo, la aventura de la internacionalización no es sencilla y entraña toda una serie de problemas burocráticos, más allá de los puramente económicos, que no se resuelven fácilmente. La tramitación para poder operar en un país extranjero requiere de un amplio conocimiento de la normativa local, tanto mercantil, como laboral o fiscal.
El idioma es un hándicap añadido, pero el principal escollo que encuentran las empresas en su aventura internacional es, sin duda, las diferencias que se encuentran entre la legislación española y la del mercado en el que quieren introducirse.
Si la empresa ofrece servicios para instituciones públicas, como puede ser una constructora de obra pública, las complicaciones son aún mayores. Los requisitos para presentarse a una licitación de obra pública son diferentes en cada país y, muchas veces, es necesario contar con el respaldo de una compañía local. Precisamente, son las empresas constructoras las que en los últimos años más se han visto abocadas a salir al exterior, dada la crisis del sector constructor e inmobiliario en España.
Para asesorar a todo tipo de empresas en su camino hacia el éxito en la internacionalización, Staff Asesores cuenta con expertos en la materia y con firmas colaboradoras en terceros países que pueden gestionar sobre el terreno el salto al mercado internacional de las compañías españolas.
En Staff llevamos más de cinco años trabajando en el mercado internacional y ayudando a empresas a operar o instalarse en países como Perú, Colombia, Bolivia, Gibraltar, Italia, México o Chile. El asesoramiento legal y financiero, así como el conocimiento del funcionamiento de las transacciones y estructuras internacionales es el primer paso que hay que superar para iniciar los trámites hacia la internacionalización.
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