En los últimos años, y a medida que la recuperación de la crisis ha ido cogiendo forma, las economías ricas ha ido aumentando de forma progresiva sus ingresos vía tributos.
La recaudación de España por impuestos es muy baja en comparación con la mayoría de países europeos. Los ingresos públicos del país están en torno al 38% del PIB, un porcentaje bastante inferior a la presión fiscal existente en otros países de la Unión Europea como Francia, Dinamarca, Bélgica o Suecia, que superan el 45%.
Esto supone una caída de casi tres puntos desde 2007. La elevada reducción de ingresos se debe a la burbuja inmobiliaria, que elevaba de manera sensible la recaudación por el Impuesto de Valor Añadido (IVA), Transmisiones Patrimoniales o el Impuesto de Sociedades. Tendrían que cosechar una cantidad equivalente a casi seis puntos más del PIB para asimilarse a la media europea.
Las causas de la escasa capacidad recaudatoria de España, comparado con sus principales socios comunitarios, se debe a las bases imponibles de los impuestos, la cantidad de dinero a tributar y por los beneficios fiscales de nuestro sistema tributario. Pero también es a causa de la alta tasa de paro en nuestro país, considerada la gran responsable de esta gran brecha; pero también por las exenciones, deducciones y bonificaciones fiscales.
Las últimas reformas y la fortaleza del consumo de los hogares han mejorado la capacidad de generar ingresos del IVA. La eliminación de los beneficios fiscales, manteniendo fijos lo tipos impositivos, sería una eficiente forma de aumentar la recaudación y dar solución a los problemas fiscales.
El Ministerio de Hacienda y Función Pública prevé batir este año el récord de recaudación tributaria de 2007 gracias a que los impuestos, salvo el de sociedades, lograrán unos ingresos históricos.
De acuerdo con el documento “Estrategia de política fiscal” publicado por Hacienda, la recaudación prevista para este año alcanzará los 202.593 millones de euros, lo que supone un 7,8% más que en la estimación de 2016 e implicará superar, una década después, los 200.676 millones de euros de 2007 previos al estallido de la crisis.
Tanto los impuestos de la renta y el IVA marcarán su propio récord de recaudación este año, el impuesto de sociedades continuarán casi 20.000 millones de euros por debajo de lo que obtenía antes de la crisis, pero continuará su tercer año consecutivo en alza.
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